sábado, 20 de octubre de 2012

Hermano Árbol

Supongo que fue el destino, nacimos el mismo día. Dos seres vivos brotando en un mismo instante.

Crecí acariciando tus hojas... sujetándome a tu vida, gateando a tu alrededor, llamando tu atención.
Tus hojas me cantaban nanas, un balanceo suave  en la madrugada.
Apartabas tus ramas cuando quise ver las estrellas desde mi ventana, y en calma me ayudabas a imaginar mis deseos. En noches cubiertas tus hojas simulan luceros.
Tu sombra acompañaba mis días, tú en el jardín...inmóvil...pero siempre mi compañero.
(...)

Fragmento del cuento "Hermano Árbol".
Autor: Braulio Meléndez Pérez 

No hay comentarios:

Publicar un comentario