sábado, 20 de octubre de 2012

Los Ángeles también se caen

Fue un ruido instantáneo, un suave estruendo.

En la azotea de casa los gatos casi no levantan el sueño; ni tan siquiera las plantas soltaron su fragancia, la contuvieron.
Tumbado sobre la superficie, acariciando el suelo, sus alas cobijaban su cuerpo.
Un pájaro dulce, luminiscente, diferente; para mi un extranjero.
Lo recojí entre mis brazos y me dió consuelo.
En su rostro vi  bosques, mares, el espacio, el firmamento.
Plumas de espuma blanca, finas láminas de terciopelo. Su mirada me cantó callada;
su sonrisa reflejó un anhelo.
(....)

Fragmento del cuento "Los Ángeles también se caen".
Autor: Braulio Meléndez Pérez 

No hay comentarios:

Publicar un comentario